domingo, 12 de julio de 2009

Días random



Me levanto. Voy al colegio. Regreso. Parezco una estúpida marioneta. Sin embargo, mi repetitivo dueño tomó un inesperado descanso hoy. Un descanso de la monótoma seguridad que te otorga no hacer papelones por un tiempo. Pero hoy si quiero hacer un papelón.

Después de bañarme, me seco el cabello con la antigua secadora a punto de malograrse. Me visto con la aparentemente nueva piyama comprada hace dos semanas. Es polar, gris y es muy calentita. Agarro una gorra parecida a las que tienen las chicas francesas. Gracias a ésta, yo he sido correjida por amigas (y no tan amigas) varias veces. Es bonita y me hará pasar desapercibida si no notan mi piyama en el parque. Lo bueno es que los espejuelos me servirán para evitar la mirada directa si a algún conocido se le ocurre salir a las 8 pm para tomar aire fresco, o besarse (hobbie común a altas horas de la noche por mi barrio). Recuerdo que en San Valentín yo y mis primas gritábamos desde la ventana: "OYE, NO TE CANSAS?" y "CUIDADO QUE ALLÍ VIENE EL SERENAZGO". Luego, nos ocultábamos debajo de la ventana pensando que no nos veían. Suponíamos que gracias a nuestro ingenio nunca nos atraparían, pero era porque siempre estaba oscuro.

Retorno al tema. Me puse los lentes, un polo algo raro para la ocasión, la "boina" negra y mis converse casi-rotas para salir. Colecto algunas bolsas de plástico para recoger lo que Roosevelt deja en el camino y para evitar las multas que mis padres pagarían con mi Navidad. Salgo y evito mirar por encima de mi hombro. Sí, es raro ver a una chica en pijama un viernes por la noche sacando a su perro ansioso. Digo ansioso porque lo saco pocas veces a la semana. Seamos sinceros, lo saco 15 minutos a la semana; más sus escapadas "involuntarias" planeadas por mí dónde yo no tenía que ir a recogerlo.

Roosevelt tiene ganas de correr y me obliga acompañarlo. A lo lejos, veo un perro Shit-Zu paseado por un anciano que parece cascarrabias y evito ir en su misma dirección. Roosevelt es (del uno al diez) un 125% más provocador un perro en un estado normal. Y ese Shit-Zu lo mira provocadoramente, dejando escapar una media sonrisa, o un medio gruñido. Huyo (típico de mí en estas situaciones) y corro hasta la esquina. El plan de HLQDM no es tan libre como creía, y para evitar miradas sigo mirando hacia abajo. Aún así, lo estoy disfrutando un poco. La gente no pasa por mi lado y eso me ayuda a controlar a Roosevelt.

Visualizo a lo lejos a un chico skater. Lo que menos quiero es pasar por su lado, así que me bajo más la gorra y corro disimuladamente hacia mi casa. Afortunadamente, Roosevelt colabora (por primera vez),y llego sana y salva.

Conclusión: La primera vez es la más picada. Y es peor con skaters lindos mirándote en el parque. Pero es probable que nunca más vea a esos skaters. Es probable que no me interese demasiado. Es probable que ahora todo lo de la pijama me da risa.

*Domina