jueves, 2 de julio de 2009

Enferma



Estoy enferma porque insistí en quedarme en tu casa cuando tu estabas mal. Estoy enferma porque gritamos y saltamos bailando temas de Michael Jackson. Estoy enferma porque la gripe me debía atacar en cualquier momento. Estoy enferma porque no creí realmente que me contagiarías. Estoy enferma por no lavarme las manos. Estoy enferma por la epidemia de mi salón. Estoy enferma porque no quise dejarte, porque creí que te sentirías abandonada. Estoy enferma porque me divertí demasiado con las fotos que nos tomamos. Y estoy enferma por estar preocupada por ti. Pero realmente no me importa estar enferma, porque si no hubiera tenido que exponer. Y no me gusta exponer.

Todo estaba bien. Hasta la noche. Un "achís" me tomó por sorpresa, mientras mi mente ya formulaba tácticas para contraatacar a ese virus. Aún así, mi inconsciente trataba de negarlo. Había comprado un nuevo conjunto de sábanas y almohadas, y las probaría esa noche. Estás almohadas eran de ganso, y a pesar de su extrema suavidad y blando, blando relleno, me incomodaron. No dormí hasta las 12 am por la posición de las almohadas. No se cómo se me ocurre decir esto, pero prefieron mi almohadita Rosen que ya tiene 2 años. Me levanté con un dolor fuerte de espalda y mis músculos tensos. La gripe asomaba lentamente sus síntomas. Un par de estornudos salieron de mí ese día, pero aún me sentía 10/10. Raramente, dormí 2 horas fuera de mi horario habitual de sueño, y al levantarme, ya estaba constipada. Dormí tarde, y al levantarme tenía la apariencia de un zombie. Supuse que eso me ayudaría, porque bailaríamos Thriller en el colegio. Mi cuerpo pesaba más de lo normal. Mis ojos estaban caídos y lagrimeaban levemente. Mamá me propuso tomarme la temperatura, pero yo, que ODIO atrasarme, respondí con un: No, mami, me siento realmente fenomenal. Aunque mi aspecto decía lo contrario. Como dije, parecía un zombie ¿Ya mencioné que odio faltar a la escuela? Aparte de los exámenes atrasados, tengo dos horas de trabajo adicional en mi hogar, que se supone es cien por ciento Diversióoooooooon. Pero un dolor punzante en la cabeza con cada risa amenazaba con cambiar mi decisión. También unos dolores musculares y mareos ocasionados por mis lentes me amenazaban. Vale me tocó la frente para determinar mi estado, y me dijo un alegre pero no-alentador: Tienes fiebre, anda a la enfermería. En mi interior, camuflaba todo para que parezca una simple calentura, típica de un resfriado común. Mi voz se entrecortaba y me dolía caminar. Un maestro me dijo para ir a la enfermería, pero yo, totalmente terca, le dije: NO! SI ESTOY BIEN! Y continué mi peligrosa farsa hasta la clase de lenguage. Repito que los lentes me mareaban, y no quería trabajar ni escribir palabras sin sentido en mi libro-aburrimiento. El sueño me obligaba a escribir echada en la mesa. La profesora dijo que en pocos minutos tomaría la prueba oral de lo que habían hecho. Yo no había hecho nada, nothing, nadita. Por todo eso, me levanté y pedí permiso para irme a la enfermería. Vale dijo que probablemente solo tenga calentura, y si era así, sólo me darían un té para luego regresar al salón.

Gracias a su discurso, fui lo más lento posible a la enfermería, dónde me tomaron la temperatura mientras me acurrucaba en la cama para enfermos. Perdí la noción del tiempo, pero supongo que habrán pasado 14 minutos durante mi estancia en la enfermería. Podía sentir el mercurio elevándose gracias a mi temperatura. Al quitarme el termómetro, la enfermera me miró y me dijo: Tienes 38 de Fiebre. ¿Qué? Juré que era una simple calentura .Al imaginar faltar, recordé que no habían (demasiadas) tareas, y me hize la chica a la que no le importaba demasiado, o simplemente fingí que no me importaba. Me diagnosticaron gripe junto a una chica de 5º, que tenía la misma temperatura que yo. Fui agotada al salón para recoger mis cosas (que para mi buena suerte queda en el 3º piso) y entré. Le dije a la miss que me debía ir porque tenía gripe, y me miró preocupada. Le dije a Vale que por favor me diga las tareas luego y me despedí del salón con un Chauuuu!. Extrañamente, salí de aquél y un coro de voces me respondían con un Chauuuu! animado.

Me encontré con la chica de 5º en el camino, y preferí no mantener contacto visual, talvez por mi aspecto o por el dolor de ver el sol. Charlamos el camino hacia la enfermería, y me comentó que nos botaban porque creían que nos podrían diagnosticar mal, y la reputación del colegio se arruinaría. En todos los periódicos saldría: Niñas Enfermas de La Gripe AH1N1 por mal diagnóstico Escolar. Reí, y creo que vi una sonrisa. Llegamos y me eché a domir. De repente, escuché el sonido de unos tacones. Era mamá. Había corrido desde el trabajo sólo para ver que no estaba delirando, o quejándome, o lastimándome. Fuimos por emergencias, aunque yo pataleaba porque pensaba que no era un caso tan extremo. Reposé en una cama hospital y una enfermera vino. Creo que eran de las especiales para menores de edad, porque no dejaba de sonreir y de tratar de ser amigable conmigo. Me pusó el termómetro y me preguntó mi edad. Le dije 13, evitando escupir el termómetro de mi boca. A mi lado, vió un libro y me preguntó si lo leía por el colegio o por que me gustaba. Respondí entre titubeos porque me gustaba, aunque creó que oyó que lo hacía por el colegio y empezó a bromear. Me colocó como un gancho en el dedo y algo parecido a los estuches de Ipod que usan para correr, pero era para tomarme la presión. Se fue, y me quité el gancho y el colet. El médico me examinó detenidamente, y le dijo a mamá que tenía la Influenza A. ¿Sólo eso?¿No iba a morir, agonizar, o caer de un puente? Al final, la gripe no es tan entretenida como parece, solo es extremadamente molestosa. Me recetaron un pastilla del tamaño de una moneda, que parto en 4 para no morir atragantada, y un jarabe que parece la mezcla de cerveza agria con miel agria. Yuck. Me dieron descanso médico (Yupi!) por dos días. El primer día dormí 4 veces en el día. Me ponía de mal humor levantarme, pues me mareaba. Y permanecí en reposo absoluto con la laptop hasta las 11 pm jugando los sims. No es nada recomendable y me irrita los ojos, pero me cansé de dormir. Como se suponía, soñé incómoda. Empezé a odiar más esas suaves almohadas de ganso. Pobre ganso, le quitaron sus almohadas. Me levanté varias veces en la madrugada para expulsar la flema que se albergaba en mí. Y me levanté realmente temprano para ser un día de reposo. 7:45. El resto del día de hoy, me la pasé jugando los sims, rechazando mi comida y viendo Reality Shows. Me entristecí un poco porque no bailaría Thriller. Nunca nunca más, hasta que otro gran ídolo Pop muera. Ese paraíso enfermo se me esfumó en la noche, cuando recordé que tenía tareas pendientes. Llamé, y Vale dijo que sucedieron cosas que no perdería ni por ver Los Simpsons, o una temporada completa de éstos. Justo cuando me enfermo, a las personas se les ocurre recordarme. Al menos fue un recuerdo dulce :)

Gracias a ese descanso médico, estoy posteando luego de algunos días. Debería dormir, si no, la no-resaca gripal me atacará mañana. Y no pienso faltar otra vez.

*Domina

Bonus alentador : Me siento bien.
Bonus que depende de tu punto de vista: Enfermé a varias personas. Incluída la que me cuida :)
Bonus triplicado: Gracias a desordenar mi cabello en la clínica, varias personas que me miraban se alejaban. Cuando no me cepillo, parezco una leona, pero en este caso, una Frankenstain.