sábado, 15 de agosto de 2009

Despedida



Tom

¿Seguirás pensando en mí? Espero que no. Ya te he defraudado demasiado como para reclamarte una segunda oportunidad. Sé que soy peligroso. Y tú insistes en seguir conmigo, como si quisieras lastimarte.

Sabes qué eres lo mejor que me ha pasado. No es que no te quiera. Métetelo en la cabeza, te adoro. Pero debes olvidarme, entiende. Decepciónate, no llores. Odio ver tus lágrimas ondeando tus mejillas. Sabes que no soy el mejor chico del mundo. Tengo varios vicios y un gran defecto. No soy nada ¿Entiendes? Pierdes tu tiempo conmigo. Te aferras a un cadáver, a algo sin valor. Ese algo soy yo.

Por favor, voltea y deja de mirarme así. Sólo harás que quiera tenerte más tiempo en mis brazos. Aún no entiendo cómo es que vuelves a mi maltrato. Sabe que canto mal, que soy torpe, que miles me han choteado por ser un perdedor y aún así me quieres. Sabes que soy la persona más idiota que conocerás, pero piensas que soy Super Man. Soy un asco, soy un baboso, soy malo para tu salud emocional.

Grace
Me pregunto de qué se trata todo realmente. ¿Será otra de tus bromas? Ya me has dicho varias mentiras realmente creíbles. Pero esta vez fue demasiado.

No te creo. Dijiste que habías vuelto para despedirte. ¿Despedirte de quién? ¿De mí? Recalcaste que no le dijera a nadie. Bueno, quién creería que regresaste de la muerte. Sin embargo, lo decías como si fuera realidad, y estuve a punto de creerte. Sabes que no soy tan fácil de engañar.

Tu broma tenía una muy buena trama, debes saber. Usaste nuestro accidente como arma. Según tú, tu muerte pasó nuestro accidente...

...aún lo recuerdo. Permaneciste inconsciente en el suelo pocos segundos, y te incorporaste rápidamente. Parecía que no pasó nada. Desafortunadamente, desde ése día no fuiste el mismo. Tus caricias dejaron de efectuarse, y te alejaste, repitiéndome que te debías ir pronto. Repetías que te deje, que no me merecías. Mencionaste que Dios te dio un plazo de una semana para dejar todo en orden. Que sólo obtuviste el permiso gracias a tus súplicas. Sólo para verme otra vez. Si no te creía, entrabas en largos periodos de tristeza, si hay algo que pueda definir tu mirada vacía.

Puedo sentir el calor humeando en las paredes. La discoteca está repleta hoy, y sólo viniste conmigo por mi terquedad, que yo llamo insistencia .Nos sentamos en el sofá, y me miras profundamente.

-No me olvides-dices, con la voz quebrada. Noto tu mirada clavada en mis ojos.
-Nunca lo haré, lo sabes -digo, riendo un poco. Puedes ser un perfecto actor, pero yo te puedo desenmascarar. Me besas largamente. No es un beso normal, es de esos que no se olvidan.

Dijiste que mañana sería su día de partida. Accediste a pasar sus “últimos segundos” conmigo gracias a mis súplicas. Eran las 10, y “no existirías” en dos horas. Volteas tu mirada, te alejas decidido hacia la puerta. Volteas para dar “tu último vistazo al mundo”, hasta coincidir con mi mirada de súplica.

-De acuerdo, me quedaré hasta las 12. Por favor, no insistas.-me dices
-Pues, si es así, ¡aprovechemos los últimos segundos de tu vida!- respondo, bromeando.

No sonríe ante mi broma. Me mira como nadie nunca me ha mirado antes. Tristemente, a punto de llorar, como si fuera a morir ahora.

En pocos segundos, lo entiendo todo. Me decía la verdad. Sus ojos reflejan un miedo infinito a perderme. Empiezo a temblar, y dos chicas tratan de acercarme a mí por mi repentino shock. Les digo, con una voz falsa, que no necesito nada.

Comprendo que voy a perderlo, y no hay nada que pueda evitarlo. Lo miro aterrorizada. ¿Estas son las últimas horas que nos quedan? Él escucha mi grito ahogado. Me abraza con más fuerza y llora. Yo me lanzó hacia sus hombros y lloro con él.

¿Por qué no puedo hacer nada? ¿Te irás y romperás mi corazón, así sin más? No te puedes ir. NO PUEDES. Mis ojos empiezan a destilar rabia. ¿Tuvo que ser necesariamente él?

Siento tu llanto cada vez más fuerte, hasta que no hay nadie más en la sala aparte de nosotros. Te tomo de la mano, y bailamos. Porque no habrá mañana, porque estos son nuestros últimos minutos, y debo aprovecharlos. Parecemos ángeles celestiales en la oscuridad, que revolotean con gracia de un lado a otro. Trato de no quebrerme, sin ningún logro. Incluso parece que llorara más que tú. En los últimos minutos del día, te respondo con otro beso. Me esforcé para que sea inolvidable, como el tuyo. Te aferro a mí como si no hubiera mañana, y es que no la hay.

La alarma de tu celular suena antes de que pueda despedirme. De repente, corres hacia la salida. En mi desesperación, te sigo. Siempre supe que fui más rápida que tú.

Corres por hacia bosque como un rayo, y no paras. Yo tampoco. Parar significa dejarte para siempre. Llego a un punto en el que no puedo más. La noche estaba fría y trato de darme cuenta de dónde estoy realmente. Me desplomo en el suelo al tratar de recomponerme.



-¡NO TE VAYAS, PORFAVOR. HARÉ LO QUE SEA! - chillo.

-Te amo.- murmuro, con mis últimas fuerzas.

Oigo tu trote parar.

Tom

Escucho algo caerse. Sufro al pensar que pudo ser Grace. No, todo menos Grace. Sin embargo, el tiempo se me está acabando. Aún así, corro hacia su lugar.


La veo, echada en el suelo, jadeando. Lágrimas resbalan por sus mejillas. Ni muerto la dejo así. Sé que son mis últimos microsegundos, y talvez ya me pasé de lo acordado. Sin embargo, debo dejarla completamente bien. Podría morir ahora gracias a mí. Y si lo hace, todos miss esfuerzos serán en vano.

Troto ligeramente hacia su lugar. La coloco delicadamente en mis brazos y espero a que abra los ojos.

-Grace, te amo y amaré por siempre. Entiendes, ¿no? Debes dejarme ir. Es lo que menos quiero, pero siempre estare allí, contigo. Siempre, te lo prometo. Aun que no me puedas ver. Tómame la mano y prométeme que no me olvidarás.
-S-s-sí. Nunca lo haré.- murmura, y llora. La veo y no sé cómo le puedo hacer esto a alguien tan precioso como ella.- ¿Por qué TÚ?-chillas.
-No lo sé, pero estoy aquí y puedo verte. Te prometo que seguiré contigo. Seré tu ángel de la guarda. Quiero que sepas que sólo fui un momento de tu vida, y sin ti no existiría. Sin embargo, lo fuiste todo para mí. Te amo.-digo con lo poco de voz que me queda. Te miro hasta memorizarte de pies a cabeza, para no olvidarte jamás
-Yo más.-asientes.


De repente, todo se oscurece. Ya es hora del sueño eterno.



*Domina.
Lo siento, estoy demasiado sentimental.

3 miaus:

pequeña grande dijo...

te juro q casi lloroo.. es una gran logroo.. i lo sabes..

D. dijo...

gracias :)

AHH ENSERIO? NO LO PUEDO CREER. HICE QUE CASI LLORARAS! AHHHHHH!
*da vueltas en su sitio*

es un gran logro. :B. wii.

Anónimo dijo...

...bellísimo, en serio. No podía dejar de leerlo!! o.o. Lo leeré otra vez. me ancantaaa.=)Esta muy lindo dominaa..=)