miércoles, 26 de enero de 2011

"Hola"


Entré a mi cuarto, me tumbé sobre la cama mientras que mi mirada apuntaba al techo. Me había propuesto olvidarlo.
Todos esos malos momentos, todas esas desesperanzas se irían en el momento en el que mi mente dejara de pensar en él todo el día. Las cosas sin duda tendrían que ser mejor así.
Mire el reloj, ya era un nuevo día.
Supuse que tenía que dormir; sin embargo, encendí mi ipod mientras lo conectaba con algunos parlantes, escuchar música siempre ayuda a escapar a un mundo surreal.
Y así, mientras las canciones más hirientes sonaban, mi mente divagaba en un mundo irreal de fantasías y hechos que nunca pasarían. Maldije una y otra vez el hecho de que nadie haya inventado una manera de sacar a alguien de tu vida y poner a otra persona más correcta para ti. ¿Por qué nadie habría inventado eso? ¿Qué tan imposible puede ser?
Sentí frío, me tapé con las sábanas. Sentí calor, me destapé.
No estaba conforme con nada de lo que había a mi alrededor.
Traté de convencerme a mi misma de que las cosas iban a ser mejor así y entonces volví a ver la hora; eran la 1:25 y normalmente, mejor dicho algunas veces, él llamaba a la 1:30 para las charlas interminables en la madrugada donde una puede contar su vida sin que lo sientas realmente pesado.
Entendí que no llamaría, ¿Por qué tendría que hacerlo? Miré una y otra vez mi teléfono aunque no tendría sentido seguir mirándolo. Yo sabía que no lo iba a hacer y estaba decidida a olvidar.

Retomé mis pensamientos ilusionada sobre que de esa manera quizás me quedaría dormida. Sin embargo, de alguna manera supuse que no iba a poder descansar si no pasaba la hora indicada. Tonta.
Entonces, pasó. Eran más de la 1:30 y no llamaba.
Tonta, una vez más. ¿Por qué llamaría?
De nuevo intenté dormir, resignada y decidida a olvidar a pesar de que un solo pensamiento rondaba por mi mente. Fue entonces cuando decidí escribirlo, tomé un lapiz y un papel y puse: "Ya no más", mientras lo sostenía fuerte acostada en mi cama.

Pero entonces, cuando dejé de pensar, cuando por fin caía en mis sueños y cuando pensé que un nuevo mundo se abría ante mi... mi celular vibró.

"Hola." Dije, arrugando el papel y guardándolo en un cajón donde mantengo las cosas viejas que nunca necesito.

*Maafer G.

3 miaus:

Unknown dijo...

¿Porqué siempre que estamos tristes nos da por escuchar canciones tristes?

Mercedes Sosa dijo...

Porque somos masoquistas, sin duda.

Vania dijo...

hola que tal! permítame felicitarlo por su excelente blog, me encantaría tenerlo en mis blogs de entretenimiento. Estoy segura que su blog sería de mucho interés para mis visitantes !.Si puede sírvase a contactarme ariadna143@gmail.com

saludos