jueves, 13 de diciembre de 2012

Level-up




Es extraño esto de crecer.

Sé (infinitamente) que no soy la última (ni la primera) en decirlo pero...¡DIOS MÍO! ¡Qué abrumador es tomar decisiones! Era tan fácil cuándo te decían come esto, piensa esto, usa esto, sonríe así, te vamos a matricular en tales cursos, no te preocupes, tu no más canta, baila, disfruta, no te preocupes linda, ya veremos qué hacemos.

Y la verdad es que me he quedado un poco. Es difícil tener 17 y no tener idea de qué hacer. Es difícil tener 17. Es decir, sí sé qué quiero hacer. Creo. Pero no sé exactamente cómo. ¿Qué pasa si no resulta? ¿Por qué todos me dicen que esta bien estudiar eso, pero no acá? Existen tantas posibilidades que abruma. Si estudiar aquí o allá. Si empezar a trabajar. Si empezar a sonreír más, si intentar ser una mejor persona, si enfocarte en lo tuyo, si empezar a llorar porque no sabes qué rayos hacer con la universidad. Que ya se termina el colegio, que queda menos de una semana, que no nos volveremos a ver nunca más. Chau mejor amiga. Fotos por todos lados. Sonrisas, algunas que acaban de despertar. Más fotos, flashes que intentan capturarnos en una burbuja inmortal. Porque es lo último, lo último del colegio, pedazos de uniforme, chicos que no lo volverán a ser jamás.

Y allí esperas paciente el final, la última canción.
*Lu